HISTORIA

El colegio concertado San José Obrero se encuentra situado en la barriada malagueña de Granja de Suárez, una barriada ubicada al noroeste de la ciudad que presenta unas características muy significativas que influyen decisivamente, primero en la construcción y puesta en funcionamiento del centro educativo y, segundo, en la posterior marcha del mismo.

Durante las décadas de 1920 y 1930, en Málaga se produce un claro aumento de población, lo que hizo que barrios populares como La Trinidad, El Perchel o Capuchinos incrementasen su hacinamiento a la vez que se creaban barriadas marginales como Mangas Verdes. Esto no solucionó el problema. Málaga aún necesitaba un gran número de viviendas baratas para albergar a toda esa nueva población.

En Málaga, a lo largo de las década de 1940 y 1950, se levantan, en la periferia de esos populares barrios antes mencionados, barriadas o grupos de viviendas: Carranque, Haza de Cuevas o Purísima, son algunas de ellas. Más allá de éstas sólo había huertas, zona de campo en la que se encontraban diseminados cortijos, granjas, casas mata.

En una zona bastante alejada del núcleo principal de población se encontraba una de esas granjas que con posterioridad dará nombre a una importante calle comercial de nuestra ciudad y a una barriada; se trataba de la Granja de Suárez.

El boom turístico que sacudió a la economía y a las estructuras sociales de nuestra provincia volvió a desplazar hacia Málaga a un gran contingente de población. Se levantan nuevas barriadas cuya tónica general son las deficiencias en infraestructura básica y la construcción de grandes bloques con numerosas viviendas de reducido tamaño. Muchas familias no tenían acceso a estos pisos y empiezan a instalarse en zonas marginales donde se construyen casas pequeñas que se adecuan al terreno, sin agua corriente, sin luz y sin una estructura urbanística mínima.

Éste era el entorno en el que el Obispado de Málaga construyó la Parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios, anexa a la cual se instaló una guardería-comedor para, más tarde, levantarse, con la ayuda de los vecinos, el colegio San José Obrero, cuyo primer año académico fue en el curso 1969-70.

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